viernes, 5 de febrero de 2010

SHIVA y SHATKI

• Vive conscientemente a través de los sentidos. Deja que la vida le traspase a través de ellos y se deleita de los néctares que le ofrece la existencia sea cual sea el canal por el que le llegan.• Está conectado con su cuerpo, lo escucha, lo respeta y lo honra. Reconoce su sacralidad, pues es consciente de que es el vehículo con el que transita por el camino del éxtasis y alcanza la liberación.• Vive en totalidad, pues no hay división dentro de él. En definitiva, vive en la autenticidad, sin dobleces.• Es consciente de que la vida hay que experimentarla hasta el último aliento y apuesta por el coraje de cruzar al otro lado de los propios límites sin saber qué hay detrás. Confía en que allí se encontrará cara a cara con otra parte de sí mismo y se experimentará de nuevo.• Es capaz de derribar sus corazas y vivir en la vulnerabilidad. Sabe que ése es el único camino para dejar que el amor que habita dentro de él emane y lo penetre hasta lo más profundo.• Es amigo del momento presente, por eso no huye del aquí ni del ahora. Se relaja y acepta cualquier circunstancia que habite el tiempo en el que vive, pues sabe que es la única puerta de entrada a la conciencia absoluta.• Es un valiente, pues el Tantra no le dice hacia dónde tiene que ir para alcanzar la luz. Sólo le dice: “Experimenta, camina siguiendo el rumbo de tu corazón y confía en que él te llevará a la verdad.”• Celebra la vida, agradece cada instante. Es capaz de conectar con la alegría que habita en lo más profundo de su ser.•Una de sus palabras preferidas es “sí”. Sí a la vida, sí a todo lo que acontece en su existencia. Recibe la oscuridad y la luz de igual manera, sin juicios ni etiquetas. Es consciente de que no sabe cuál es el propósito de la existencia, así que humildemente confía en ella.• Permite que su energía sexual riegue todo su ser sin reprimirla. Entiende que su esencia más profunda es sexual, pues ha sido creado a través de dos células sexuales y es fruto de un acto sexual. Comprende cuál es la naturaleza de su energía y deja que ésta fluya libremente por su cuerpo, lo que le convierte en una persona vital y llena de intensidad.

TANTRA: más allá del placer

El Tantra nació en una sociedad matriarcal en el valle de Indo hace unos 5.000 años. Después, viajó hasta la región de Cachemira y otros muchos lugares de Asia, como India Central o Nepal, hasta alcanzar el Tíbet, donde dio lugar al budismo tántrico.El primer texto escrito, Vigyan Bhairav Tantra, contiene una conversación que mantuvo Shiva con su esposa Shakti mientras permanecían unidos en la postura tántrica por excelencia, el Yab-Yum, también llamada “el nudo”. Shakti permanece sentada con las piernas por encima de las de Shiva, uniendo así sus genitales y sus corazones, y le pregunta: “Amor mío, ¿qué es el amor?” Y Shiva, en lugar de contestar directamente, le ofrece las técnicas para alcanzar la experimentación de cada pregunta que le hace Shakti sobre la muerte, sobre la conciencia, sobre el amor… Pretende así, que experimente lo que es cada cosa y que no intelectualice a través de la mente. Éste es el origen del Vigyan Bhairav Tantra o El libro de los secretos, que contiene 112 meditaciones para llegar a la iluminación, a la trascendencia de la mente y de la muerte; 112 meditaciones para convertirse en amor. La palabra vigyan significa “conciencia”; bhairav hace referencia al “estado más allá de la conciencia” y tantra quiere decir “método” o “técnica”.Es interesante resaltar que sólo seis de esas meditaciones hacen referencia directa al acto sexual. Este hecho nos indica que el Tantra es algo mucho más amplio de lo que la mayoría de la gente cree en Occidente, donde generalmente se la considera sólo una técnica mística para alargar el placer sexual.