
Si actuamos para ocupar el sitio del otro o para no "invadir" su sitio, si nos prohibimos actividades o temas porque uno de los dos los descubrió antes (es decir, si competimos o existimos ante los demás sólo porque el otro existe), si nos comparamos poniéndonos el uno al otro como rasero, si hacemos algo para mostrar al otro que le pertenecemos o que le negamos influencia y participación en nuestros actos, si dependemos del otro para vivir en cualquier plano, incluso aunque sólo sea en el alimenticio, si nos hacemos dueños o esclavos de un espacio que decimos vivir en común, si en el hogar no dejamos de entablar peleas y en la calle nos presentamos como si fuéramos una pareja sólida, si debemos vivir dándonos o pidiendo constantemente permiso, entonces... no somos amigos sino víctimas o verdugos, o estas dos cosas al mismo tiempo.
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